Las áreas de nuestro cuerpo que están más expuestas al sol durante todos los meses del año como la cara, la espalda, el cuero cabelludo, el cuello y las orejas son las más susceptibles de padecer un carcinoma basocelular. El primer síntoma que se detecta es un área de la piel un poco más elevada del resto, de textura nacarada o como la cera, pero que es totalmente indolora.
El color de la zona afectada puede ir desde un blanco o rosáceo hasta un color más marronoso, concentrado o en forma de puntos. En ocasiones esta masa cutánea puede sangrar con facilidad y confundirse con una cicatriz o una úlcera que no acaba de curar sin que haya habido una lesión cutánea anteriormente.
El tumor que se forme al principio puede ser muy pequeño y con el paso de los años ir creciendo hasta alcanzar los dos centímetros de diámetro.
Si se trata de un carcinoma de tipo escamoso, el tumor se localiza también en cara, cuello, orejas, pero se puede encontrar en manos, brazos o los labios. Se manifiesta como una zona de la piel enrojecida, de textura aspera o escamosa, aunque a veces, tiene forma cónica. Este tipo de cáncer no melanoma aparece en personas de edad avanzada (el basocelular sobre los 35-40 años y el escamoso sobre los 50 años) pero suelen ser tumores localizados y que en pocas ocasiones llegan a diseminarse por el organismo.
El inconveniente es que, aunque no se disemine, ambos pueden ir invadiendo tejidos afectando el sistema nervisoso y, por tanto, causando algún tipo de discapacidad. Por este motivo, si se trata lo antes posible las tasas de curación son altas.
En cuanto al cáncer o melanoma maligno, éste puede aparecer a partir de 4 formas distintas aunque todos comparten una cosa en común: su rápida diseminación,
- Melanoma nodular
- Melanoma de extensión superficial
- Melanoma lentiginoso acral
- Lentigo maligno
El melanoma más frecuente es el de extensión superficial que aparece en una zona de la piel con una forma irregular, es plano (no como los anteriores) y presenta un color que puede variar del marrón al negro. Este melanoma maligno aparece a cualquier edad y cualquier parte del cuerpo puede verse afectada, por lo que la previsión y la obligada revisión anual al dermatólogo van a ser factores decisivos para aumentar la tasa de curación.
Los fototipos de piel blanca son los más susceptibles de padecerlo. El melanoma nodular, en cambio, no es plano sino que se inicia con una zona de la piel que se eleva y su color tiende al azul (rojo azulado o negro azulado).
Los léntigos malignos también son una forma de melanoma que aparecen cuando la piel sufre fotoenvejecimiento y se daña la cara, el cuello o los brazos por culpa de la acción del sol sobre la piel. El color es marrón y su forma es plana.
Menos frecuente es el melanoma lentiginoso acral, pues éste se desarrolla debajo de las uñas, en las palmas de los piel o las manos. Este tipo de melanoma es el que más incidencia tiene en los fototipos oscuros.